CDMX

A través de grupos de whats app y facebook, comenzaron a señalar que para el próximo fin de semana (sin especificar hasta el momento el día exacto) cerrarán los accesos del parque de diversiones, así como a las afueras de la casa de la alcaldesa Gabriela Osorio, como ya se ha visto anteriormente protestas en las residencias de las ahora ex ediles.

Ante este descontento, personal de la alcaldía se dio cita este domingo con elementos de la Policía Auxiliar, apoyados con una grúa para agilizar el tránsito de la zona.

Pero ¿Todo es culpa de Six Flags? No, la situación que se vive en la Picacho Ajusco y la Federal a Cuernavaca se ha ido agravando durante años por la falta de atención del Gobierno en tener un transporte público de calidad, los residentes no tienen otra opción que utilizar un vehículo particular o por aplicación, pues los actuales camiones concesionados son poco eficientes, inseguros y los traslados o son muy lentos de más de una hora (en espera de pasaje) o a exceso de velocidad, por lo que no queda más que evitar en lo que más se pueda este transporte público y los que no se salvan son los automovilistas que tienen que esquivarlos, aunque hay conductores responsables.

Six Flags genera una fuerte atracción por sus espectáculos y por ende es una empresa que genera empleos directos e impuestos para el gobierno, sin embargo y retomando el párrafo anterior, no existe línea de transporte público eficiente alguno, no hay metro, tampoco hay cablebus, (que lleva años de proyecto y nunca llega), tampoco hay metrobus ni trolebus, las banquetas son inexistentes en muchas zonas como para dejar el vehículo en algún punto y caminar, lo que conlleva a que todos los visitantes y trabajadores tengan que recurrir al transporte privado.

Si bien ayudaría un operativo masivo de elementos policíacos preventivos, auxiliares y de tránsito, no solucionaría en nada el problema real, pues este se concentra en el inexiste transporte público que hay hacia la zona de Santo Tomás Ajusco y el Ajusco medio.